Busque cosillas en Google:
Google
Y un poquito de publicidad:

Monday, June 27, 2005

03. Estrategias evolutivas en animales.

Inútil e improcedente profundizar en el tema de la evolución, sobre la que tantas y tan interesantes tesis se han escrito.

Sobre la más inicial, la ocurrida antes de la aparición de la que denominamos "vida" sólo citar que no creo que haya mucha gente que la considere evolución como tal (salvo el citado Faustino Cordón). Yo creo que es en parte por el valor mágico que se atribuye al concepto de "vida" (y que tanto tiene que ver con el objetivo final de esta tesis), limitándose la mayor parte a describirla como un conjunto de procesos que han ido en una dirección temporal dada, como podrían (o podrán, dicen) ir en dirección contraria. El concepto de la línea evolutiva y determinista del tiempo no encajaba mucho en las concepciones teóricas de nuestros físicos que siempre han considerado dicho determinismo como algo bastante molesto. Es de suponer que esto cambiará pronto, y ya hay gente, como Ilia Prigogine (Premio Nóbel de Química en 1977, es decir, no es un cualquiera) que tiene ideas muy interesantes al respecto, que aconsejo leer (por ejemplo: "La nueva alianza. La metamorfosis de la ciencia", editado por Alianza)

Son apasionantes, pero tampoco nos detendremos, las teorías sobre la evolución inicial de la vida en nuestro planeta. Hay, para muchos, un hueco “demasiado amplio” entre el caldo prebiótico (¡vale!, lo aceptamos, ese si se forma espontáneamente, dicen con resignación algunos) y el organismo vivo más simple, la bacteria (en ese hueco les cabe dios a muchos). De nuevo me permito (aunque resulte redundante e incluso aburrido) sugerir la lectura de los preciosos (aunque escasos) libros que nos ha legado Don Faustino.

Tampoco es sitio para extenderse sobre la utilización salvaje del darwinismo como concepto ideológico (el famoso darwinismo social) y cómo, para justificar un sistema económico (¿o moral?) determinado, se redujo un proceso tan rico y multifacético como es la evolución a la mera lucha despiadada de unos contra otros (para comérselos o evitar ser comidos) y a la mentada “ley de la jungla”. Afortunadamente también estas ideas están siendo matizadas. Los científicos más serios ya admiten que no es sólo la competencia entre especies e individuos la que dirige la evolución, que por el contrario, es probablemente la cooperación entre los mismos el factor más importante, incluso el rector de dicho proceso. ¿No hay en la célula una posible unión simbiótica de distintas bacterias, cada una especializada en un proceso? ¿No son todos los seres superiores complejas asociaciones de células? ¿No es el hombre producto de su sociedad?

0 Comments:

Post a Comment

<< Home